EL SOLDADO DE REEMPLAZO.
¿Quien era el soldado de reemplazo que iba forzoso a Marruecos? Era aquel joven español, llamado a filas, para el que su familia no podía pagar la cuota de 1000 pesetas de la época que le librara de servir en el ejército de África.
Hagamos un poco de historia. El Servicio militar obligatorio se instauró en las Cortes de Cádiz en 1812, pero leyes sucesivas admitieron que este servicio podía eludirse mediante un pago en metálico o costeando un sustituto. La duración del Servicio militar era entonces de 6 años, y después continuaba con el periodo de reserva, por lo que podían ser llamados de nuevo a filas si las necesidades lo requerían. Con este sistema solo iban a la guerra los hijos de los pobres. En 1911 el Presidente del Gobierno D. José Canalejas suprimió la redención a metálico, pero sucesivos gobiernos crearon la figura del soldado de cuota. Este llamado soldado de cuota mediante el pago de 1.000 pesetas de la época podía ver disminuido el tiempo de servicio militar, (que para entonces ya se había reducido a tres años) a ocho meses y además se libraba de servir en el ejército de África, algo que en aquellos años era algo que todos temían . O sea que las cosas no habían mejorado sustancialmente. Los que podían pagar esa cantidad o podían con esfuerzo hacerla efectiva quedaban exentos de su obligación y del "honor" de servir a la Patria, que quedaba reservado a los pobres.
Y fue este el motivo que originó ese episodio que se llamó la Semana Trágica de Barcelona, cuando se libraba en Melilla lo que se llamó la guerra de 1909. Un decreto de movilización del gobierno del Sr. Maura, llamó a filas a los reservistas de los batallones de Cazadores para completar sus efectivos. Estos reservistas eran hombres que ya habían cumplido sus tres años de servicio militar y se consideraban liberados de todas sus deberes militares. Habían organizado su vida, tenían otras obligaciones con su familia, en la que el único ingreso que entraba era el suyo. La trascendencia perturbadora de esta orden desató protestas en toda España pero en Barcelona tuvo como consecuencia inmediata lo que se llamó Semana Trágica. Fue realmente una gran tragedia cuya descripción podéis encontrar en el libro LUZ PARA EL OLVIDO, pero lo que si os quiero decir es que la salida de las tropas hacia Melilla estuvo cargada de incidentes, especialmente en Madrid y en Barcelona. El primer embarque se produjo el 18 de julio y se convirtió en una manifestación contra la guerra. Varias damas de la burguesía catalana, cuyos hijos se libraban de ir a África, porque podían pagar la "redención a metálico", que en 1909, todavía no se había suprimido, fueron al puerto a despedir a los soldados, ofreciéndoles medallas y escapularios que ellos rechazaron con indignación arrojándolos al mar. Esos soldados que habían embarcado en un muelle tomado por la Guardia Civil y en el que sus mujeres gritaban y lloraban diciéndoles que tiraran sus fusiles, lo mismo que hacían los sindicalistas que ocupaban el muelle y que gritando también decían. "Que vayan los cuotas", dando mueras a Maura y a la guerra, llegaban extenuados por el viaje y las emociones a Melilla, donde de manera inmediata entraban en combate.
Este es nuestro soldado de reemplazo. Es el que sobrellevaba y padecía todas las penalidades, que tanto la prensa como el propio alto comisario el general Berenguer exponía en 1920 al entonces Ministro de la Guerra, al sentir sobre sí las lamentables condiciones en las que eran lanzados a combatir. . El comer frío en las largas marchas y sin calzado apropiado que en el invierno se queda ba en el barro de los caminos, y tenían hacerlas descalzos, el dormir a la intemperie por falta de tiendas de campaña, sin ropa adecuada que le protegiera del frío. Un periodista del Sol publicaba. "El efecto que producen nuestras tropas colmadas de sufrimientos, enfermas, sin material y sin esperanza, es la de una hueste entregada a sus propios medios." Esta era la situación allá por 1920. En 1921 10.000 de estos soldados de reemplazo murieron en los campos del Rif, en lo que ha pasado a la historia como el Desastre de Anual.
En 1923, siguen llegando soldados a Marruecos y concretamente a Melilla, para recuperar todo lo perdido en Anual, pero su perfil ha cambiado especialmente en los que provienen de zonas industrializadas como Cataluña, Madrid o el País Vasco que han tenido ya un contacto con las nuevas ideas socialistas, y tienen un sentido crítico hacia la guerra. Ya no es el dócil recluta de 1918, un nuevo espíritu les anima reclamando jefes ejemplares.
Es lo mismo que reclama en el artículo que nuestro protagonista ha enviado a la Asamblea de la Liga de Higiene Mental. En este escrito reflexiona sobre las pruebas a las que hay que someter a los soldados tanto de reemplazo como voluntarios, Legión y Regulares.Considera que no es necesario un alto nivel de exigencia. En muchas ocasiones estos soldados protagonizan hechos heroicos y arrastran a otros, lo mismo que puede suceder con el pánico y de hecho sucedió en Anual, donde muchas muertes se produjeron más por efecto del pánico que por las balas de los rifeños.
Por eso reclama lo mismo que reclaman los soldados jefes ejemplares, e insiste en la exigencia de la formación de los mandos que deben saber dirigir y encauzar tanto los efectos positivos como los negativos de la conducta de los soldados. Una formación que debe ir encaminada al conocimiento de las nuevas ciencias humanas, la Psicología aplicada, y que deben recibir en los centros de formación de los futuros oficiales. Unos mandos que bien formados sepan convertir una multitud organizada, en una tropa organizada que sea capaz de atender a los razonamientos. Realmente cuando hacía estas reflexiones tenía muy presentes a esos mandos sobre los que recaía la responsabilidad de la organización de la retirada de las tropas del campamento de Anual, y que desertaron de ella.
Os animo a ampliar el conocimiento sobre todos estos episodios en LUZ PARA EL OLVIDO.
Echarle un vistazo, en este enlace
https://goo.gl/XfQLx1. Mi contacto. erasnovas@gmail.com
En la foto de la izquierda podéis ver el embarque de tropas en la Estación del Mediodía de Madrid. En la de la derecha el embarque en el puerto de Barcelona.
Os animo a ampliar el conocimiento sobre todos estos episodios en LUZ PARA EL OLVIDO.
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En la foto de la izquierda podéis ver el embarque de tropas en la Estación del Mediodía de Madrid. En la de la derecha el embarque en el puerto de Barcelona.
El soldado de cuota existió hasta el fin de la guerra civil
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