LA EXPERIENCIA DE LA GRAN GUERRA.
Estos desvelos que imponía la situación política en el Rif y de los que hablé en el Post anterior vienen motivados por las terribles consecuencias que los sucesos de Anual han producido, una de las cuales e importantísima ha sido el poder y los medios materiales que ha conseguido el líder rifeño Abd-el-Krim, con los que ha desatado una campaña de hostilidades contra las posiciones españolas, que van a dar lugar a unos durísimos y feroces combates, y en los que se van a emplear tropas de choque muy bien entrenadas. La Legión y los Regulares, además de los soldados de reemplazo, que pertenecen a las clases más desfavorecidas de esa sociedad española, que no ha despegado de su atraso económico y social, con unos índices muy elevados de analfabetismo, que llegan al 80%.
Esta tropa mal equipada, preparada y sin motivación para participar en estos hechos bélicos, es una presa muy fácil para los ataques de pánico colectivo que comprometen el éxito ante un enemigo muy motivado y envalentonado. En estas circunstancias va a desplegar sus conocimientos y su vocación nuestro protagonista el capitán médico Luis Alonso, que tras su participación en ellos teorizará y reflexionará sobre la conducta de los combatientes, tanto mandos como subordinados.
Siempre presente la Gran Guerra, a la que considera maestra perdurable en toda clase de enseñanzas y experiencias, recogida por los colegas europeos, por haber sido la iniciadora de los servicios de profilaxis mental. Ya para entonces el problema de lo que entonces se llamaba neurosis de guerra no pasa desapercibido para la Sanidad española en Marruecos. Un joven oficial médico acuciado por esta inquietud, en los combates que se libran en el Rif, para recuperar el territorio perdido tras esa inmensa tragedia que fue Anual, está poniendo el foco de su mirada de experto en la conducta de los hombres a los que se ha comprometido con carácter voluntario a dedicar su atención.
Va a ser la experiencia acumulada en estos y en otras campañas bélicas a las que también asistirá en la zona occidental la que le permite formular sus propio juicios sobre el valor y el heroísmo ante las situaciones límite.
.Por tanto nuestro protagonista está muy motivado y experimentado cuando envía a la I Asamblea de Higiene Mental que se celebra en Bilbao, su Ponencia sobre la Profilaxis de la Deficiencia Mental en el Ejército, y en la que expone sus consideraciones sobre las pruebas a las que tanto los Oficiales que tendrán la responsabilidad del mando en los combates, como a los soldados de reemplazo y a los voluntarios se les deben aplicar y que serán, pruebas distintas. Pero él considera que a todos, más que dar relevancia a la aplicación de los test al uso de entonces, se debe dar al resultado del conjunto de actividades mentales ante pruebas prácticas, o muy análogas a las de la vida real.
La prevención de la incapacidad en los mandos es de una importancia especial, porque supone una garantía de lo que en el futuro será la eficiencia de un ejército. Es preciso considerar que él, no ha participado en las situaciones que han dado lugar a los tristes episodios de Anual, No ha sido testigo ni de sus cobardías, traiciones, desorganización, imprevisión, corrupción, ni tampoco de los casos de heroísmo Pero se los ha oído relatar a sus compañeros médicos que han sobrevivido a la tragedia, y conoce también el trágico final de los que han muerto junto a sus heridos. Esos compañeros con los que hace apenas dos años compartía los cursos en la Academia de Sanidad para ser oficiales médicos. Es seguro que al escribir estas páginas estarían presentes en su mente, los relatos de su compañero el capitán médico Vázquez Bernabeu, laureado por su hazaña en junio de 1921, un mes antes del Desastre, en la que supo defender a sus heridos pistola en mano contribuyendo con su serenidad y su valor a que los soldados de la Policía Indígena no desertaran de sus puestos y no se unieran al enemigo. Tuvo el valor, el carácter y las dotes de mando para controlar con éxito una situación muy difícil., que le valió la mas alta distinción. La Cruz Laureada de San Fernando. Sus enemigos admiraron su valor y su condición de médico. Más tarde prisionero de Abd-el-Krim, éste respetará su vida y su condición de médico que le fue muy útil.
Son estas cualidades las que Luis Alonso reivindica para los aspirantes a oficiales. Dirá en esta Ponencia que "a la luz de los resultados prácticos, hay que dar un valor de primer orden, junto a la instrucción y la inteligencia, a las de carácter, dotes de mando y valor" Justamente esas cualidades demostradas por su colega Vázquez Bernabeu en el episodio relatado.
Y también las que él ha demostrado con su entrega a los heridos y sus dotes de liderazgo, al controlar una situación complicada, en los durísimos combates de Tifaruin, en los que las penalidades llegaron a ser insufribles, y que el jefe que mandaba la columna
valoró así. {En esta acción además del cumplimiento de su misión facultativa en los puestos inmediatos a las guerrillas, demostró gran valor, energía y espíritu, en los momentos de auxiliar a su jefe, para restablecer el orden en tropas desmoralizadas, retirándose él en último lugar por lo que dicho jefe lo citó como "Muy distinguido" y le significó merecedor de una alta recompensa que bien pudiera ser la Medalla Militar}.
Esta experiencia le hace conocer las características de los soldados de reemplazo. Por eso para ellos propone otro tipo de pruebas que prevengan los problemas que él ha vivido.
Seguidlo en el próximo Post.
Os dejo el enlace al libro LUZ PARA EL OLLVIDO.
https://goo.gl/XfQLx1
Mail,para contactar con la autora del blog. erasnovas@gmail.com.
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